Mediante trazos sobrios y muy personales, Los padres lejanos se conforma como una autobiografía realmente especial, una genuina historia de vida, la de una mujer que, en los años más traumáticos del siglo XX, tuvo que abrirse camino y adaptarse a las circunstancias que imponía el momento. Una historia que, aferrada a una hábil memoria plena de detalles, transcurre entre Letonia, país de origen de la autora, e Italia; entre Riga, Torre Pellice, una pequeña localidad en los valles valdenses del norte italiano, y Turín… De los años veinte y treinta del país báltico, dispar encrucijada de culturas y pueblos, hasta el mundo sencillo y ordenado de un pueblo que parece aislado de los arbitrios fascistas; y de ahí, hasta la Turín más contemporánea… Niñez, adolescencia y madurez en un itinerario vital que, desprovisto de nostalgia, recupera ambientes íntimos y entornos familiares, como si de imágenes fotográficas se tratara.